Doble U con Yandel ¿Un Sobreviviente?

Yo normalmente no voy a ningún lugar multitudinario, no por otra razón que porque me jode que me jodan. Así que para evitar la fatiga, simplemente no voy. Voy muy poco a discotecas, supermercados, ferias, centros de convenciones, procesiones, salidas de colegio, kermesses etc, etc, y si voy es por pura obligación. Es como una fobia, un miedo a quedar atrapado o morir aplastado por la multitud. Tampoco es taaaan grave como para ir al psiquiatra, pero mejor lo evito. Y así llegó el día en que un amigo, encargado de la seguridad del concierto de Wisin y Yandel, consiguió entradas para el evento regguetonero.Entradas en la zona Wisin según me dijeron. Estuve una semana convenciendome que el concierto iba a ser de lo más divertido, que me iba a vacilar escuchando las canciones de la pareja de boricuas que además venían con teloneros importados también de la isla del encanto y que creo que uno de ellos se llamaba como el novio de Barbie pero con apellido. La zona Wisin prometía ser lo mejor del espectáculo estar cerca del escenario y ver a los artistas a pocos metros de distancia. Llegó el día del concierto y por supuesto me prepare bien, zapatillas para correr rápido en caso de una contingencia, polo y pantalón comodo. No fui solo obvio, fui con Tito y Chani y además Ursula con sus hijas. Salimos después de haber preparado 500 sanguches con jamonada para las fuerzas amigas (esa es otra historia que se las cuento después) y nos dirigimos en taxi, obvio, al jockey para ver el concierto. Quinientos metros antes de llegar al Jockey Club aviste una multitud amarronada que invadia dos carriles de la panamericana, digamos que los sudores empezaron. El chofer nos dejó en la puerta numero tres de acuerdo a las instrucciones de Willy y entramos como Pedro por su casa. Que hacía esa gente afuera? Nunca lo entendí. Bueno estabamos adentro, sin entradas, obvio, esperando encontrar a Willy para que nos haga pasar las vallas de seguridad hacia la zona Wisin, la mejor del concierto. Ya había mucha gente dentro y mucha gente fuera también esperando por entrar, la emoción, los nervios, la adrenalina del vivo corría por mis venas, cuando escucho: no hay más capacidad en la zona Wisin, pero entren a super vip. WHAT???????????? sí a super vip última fila, detrás nuestro estaba la barra que divide todo lo que fue de lo que será, detrás de esa barra metálica se aplastaban unos a otros 15,000 almas no muy puras por las caras que pude ver, que a la menor falla de la física cuántica y de los cálculos de Fernando Cisneros y de todos sus arquitectos se pudiera haber quebrado y aplastarnos a todos en one.
Cuando entramos al concierto estaban ya cantantando el novio de Barbie y su partner, las canciones eran tan desconocidas como las de algún folclorista tailandés. Cada que empezaba una canción esparabamos conocerla pero era en vano. La multitud que tenía el privilegio de tener sillas no las utilizaba sino para pararse sobre ellas y ganar unos metros de altura para ver de más cerquita a sus artistas favoritos. Nosotros, en la última fila y sin canción conocida estabamos sentados como tres viejas jugando canasta un miércoles a las 7.30 de la noche, esperando que la señora de las galletas y la canchita Pop Corn nos trajera, en vez de golosinas, algún piqueito contundente, boliyucas en salsa carretilla, o algún otro entremés más elaborado. Tratando de seguir la multitud, nos parabamos al empezar cada canción para disfrutar a pleno pero en menos de 30 segundos nos sentabamos decepcionados, por no sabernos la letra. Pasaron dos o tres canciones y seguimos la misma rutina, hasta que nos cansamos y esperamos sentados. De repente y con la euforia a flor de piel mi hermano se para en la silla. Con una agilidad ajena a él salta y grita a viva voz ESA ME LA SE!!! SI, ESA ME LA SE!!!! Ví como su rollizo cuerpo se contoneaba al ritmo del regueton y cuando empezó la cancion no lo vi mover lo labios. ¿Como? Sí mi cara de sorpresa fue aún mayor cuando tarareaba la canción y apenas terminaba de decir la última palabra de la frase . La la la lara AMOR....la la lara CORAZON.... la la lara QUIERO ¿Que? Esperamos un minuto y medio aprox y nos volvimos a sentar. Para esto Ursula y sus hijas disfrutaban de la zona Wisin y se codeaban con la gente de Barrio Fino, mientras nosotros estabas cerca de la maldita barra de contención y las 15,000 almas que pronto nos podrían aplastar. Nos dimos por vencidos hasta que sonó DOWN, la única canción que conociamos de los teloneros. Se fueron y esperamos a Wisin y Yandel, nos paramos en las sillas para ganar altura y comenzó la fiesta, sí, esa sí me las sabia, por pedazos, pero por lo menos más que la la lara AMOR ... la la lara CORAZON...Escuchamos tres canciones más y ya los nervios nos empezaban a inundar el alma, empece a buscar las salidas de emergencia, miraba para atras a los 15,000 aplastados de stand-up y decidimos huir. Salgamos antes que salgan todos estos que usan vividies de red anchos y viceras en la noche. Asi que asi hicimos y huimos. Nuevamente por recomendación de Willy salimos por la puerta de Javier Prado mientras nos señalaba a una sarta de pirañas colgados de las paredes del cerco del Jockey Club y de la pueta numero tres por la que pretendiamos salir. Mientras caminabamos hacia Javier Prado la bulla se iba acallando y perdiendo en la lejanía. Doble U con Yandel un sobrviviente, 100,000 copias diarias el dúo de la victoria y no se que tantas huevadas más. Lo que sí sé es que esa noche fuimos nosotros los sobrevivientes a nuestro primer concierto de regueton.